Así es el PRI
¬ José Antonio López Sosa jueves 20, Jun 2019Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Quienes creyeron que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) podría renacer de sus cenizas, como sucedió tras las derrotas presidenciales del año 2000 y 2006 han recibido un revés.
Quizás lo nieguen, tal vez sus intereses —gratuitos o pagados—, encuentren miles de excusas pero la salida de Narro y la candidatura pactada de Alejandro Moreno, gobernador con licencia de Campeche, son un mal síntoma: el PRI no ha dejado de ser lo que siempre ha sido, un partido cupular de mafias.
Nacieron desde el seno del poder, se consolidaron como una dictadura perfecta —tal como lo describió Vargas Llosa hace años—, y simularon haberse renovado, pero al final del día terminaron por saquear al país (Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge, Eruviel Ávila, Enrique Peña, Luis Videgaray, etc.) y hundir a su propio partido en la debacle.
Hoy, de nuevo simularon que habían cambiado, que son demócratas y que responderían a los intereses de la gente. Mintieron de nuevo.
No hay de qué sorprendernos, así es el PRI, así ha sido y así será hasta su desaparición.
Aún hay entre nosotros, muchos activistas disfrazados de opinadores que defienden hasta lo indefendible a este partido, quizás por su nostalgia, por lo que ganaron, por lo que se beneficiaron o porque simplemente en ese mundo les tocó crecer.
No hace falta dar nombres, usted y yo los conocemos bien.
Ahora llega Alejandro Moreno a administrar la debacle, a cargar con una institución política al borde del colapso, carente de credibilidad y haciendo gala de su autoritarismo hasta el último día.
“Mucho le debemos al PRI” argumentan otros tantos, “todos salieron del PRI” dicen los que no saben, los que ignoran que antes del año 2000, la única opción para hacer política era precisamente el PRI, el único patrocinador de los medios de comunicación era el PRI y la única fuente de dinero en este país era precisamente el PRI y su cúpula.
No sé si estamos mejor o peor ahora, pero sí sé que el PRI es lo que siempre ha sido y hoy, muestra su peor y verdadera cara.