López Obrador y el Ejército
Alberto Vieyra G. jueves 4, Jul 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Si fuera por mí, desaparecería al Ejército y la Armada de México y los convertiría en Guardia Nacional”.
Así de irreflexivo, de absurdo, irresponsable e indolente resulta la declaración de Andrés Manuel López Obrador, al concederle una exclusiva pagada al periódico que dirige su comadre y que le ha valido todo género de improperios y críticas, no sólo de la sociedad civil, sino primordialmente de las fuerzas castrenses, que han tomado la declaración presidencial como una severa amenaza contra el Ejército y la Marina. ¡En qué cabeza cabe decir semejante barrabasada, a sabiendas de que ardería Troya, si no se cuenta con el apoyo de la Iglesia, el capitalismo y el Ejército, es imposible gobernar a México!
¿Qué pensarán en este momento los 540 generales que componen al Ejército Mexicano y la Armada de México sobre el descomunal desprecio que siente por ellos el llamado Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas? ¿Y nuestros Juanes de la tropa, qué dirán, estarán contentos de las torpezas del Presidente? ¿Se sentirán orgullosos de tener a un generalote de 5 estrellas tan pacifista? ¿Será Andrés Manuel López Obrador un general romántico, que piensa que México no puede sufrir el amago o acecho militar de alguna potencia extranjera, como ya ocurrió con Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España? ¿Creerá AMLO que México es Costa Rica, que no tiene ejército o que es Suiza, la nación más neutral de toda Europa y que a pesar de serlo cuenta con un gran ejército bien adiestrado y hasta con una Marina, sin tener un solo kilómetro de mar? Sí, Costa Rica es la única nación en el continente americano que no posee ejército, es pacifista.
Recuérdese que en 1847 y 1848, México fue invadido por el ejército norteamericano y a razón de esa guerra, México perdió 2 millones 547 mil 242 km cuadrados de nuestro territorio, el 62 por ciento, en esos años México vivía dividido y enfrentado, como hoy ocurre con el divisionismo y confrontación que encabeza el presidente López Obrador, quien sostiene que en caso de una invasión extranjera a México lo defenderíamos todos los mexicanos. Sí como quien dice que todos iríamos a la guerra sin fusil.
En 1862, México fue invadido por Francia, que buscaba instaurar en la nación azteca un protectorado del imperio francés, pero México contaba con un presidente de bronce llamado Benito Juárez y un aguerrido ejército, que, al mando de Ignacio Zaragoza Servín, Porfirio Díaz Mori y muchos otros próceres que defendieron con su sangre a la patria mexicana e hicieron que, en Puebla, el 5 de mayo “las armas nacionales se cubrieran de gloria”.
Con ello, no cabe la menor duda de que el Ejército Mexicano y las fuerzas navales son la garantía de la soberanía nacional, cosa que al parecer su jefe supremo pasa por alto, porque nuestro Ejército ha sido usado inmisericordemente en tareas de policía que lo han desprestigiado ante propios y extraños, hasta convertirlo en un inservible cuerpo policiaco, que ni es policía, ni es soldado. ¿Qué es entonces el Ejército para López Obrador?.. ¿Por qué su desprecio contra los soldados mexicanos, que hoy por cierto andan trompudos, porque no les cuadra que hayan sido degradados de soldados a policías que conforman la Guardia Nacional?.. El repudio es generalizado ante las deplorables condiciones en que comienzan a trabajar para pacificar a México. Esa irritación se dejó ver esta semana y los primeros en insubordinarse serían los miembros de un nutrido destacamento de la Policía Federal, que no quieren ser mezclados con el Ejército.
¿Escalará la irritación castrense al grado de insubordinación por la degradación que están viviendo las fuerzas armadas y por el desprecio presidencial? … ¡Qué peligroso momento!