Atrévete a ser feliz con una sonrisa y una nariz: Risoterapia
* Especiales, Opinión lunes 15, Jul 2019De la carpa a las letras
Arturo Arellano
- Esta vez no quiero hablar de anécdotas o experiencias, sino de lo que trata el involucrarse en este método, no por muchos conocido y sí por demasiados mal ejecutado
Con más de 10 años dedicados a la terapia a través de la risa, es apenas que me atrevo a escribir sobre el tema, al menos en lo que se refiere a un artículo y no a una investigación académica. Y es que esta vez no quiero hablar de anécdotas o experiencias, sino de lo que trata el involucrarse en este método, no por muchos conocido y sí por demasiados mal ejecutado.
De entrada tenemos que conocer cuál es nuestra esencia, para reencontrarnos con el niño que alguna vez fuimos, a través de ella. Que la alegría y la energía positiva sean nuestra bandera y hacerlo evidente a través de nuestras acciones. Esto quiere decir que debemos buscar la igualdad. En risoterapia actuamos con respeto, equidad de oportunidades y derechos. Sin discriminación. Tenemos empatía: Cuidamos y defendemos la integridad de cada ser humano (todos somos importantes), aprendemos a ver lo mejor de cada persona y nos ponemos en su lugar. Nuestra meta es la alegría: Mejorar el estado de ánimo de las personas y ser portadores de esperanza, esto a través del servicio que es actuar a favor de los demás desinteresadamente.
Un practicante de la risoterapia debe destacarse por su sonrisa, en algunas ocasiones portan una nariz roja de manera literal, otras tantas es suficiente con una buena actitud de cooperación, generosidad y servicio. Primero para encontrar su propia estabilidad emocional y posteriormente la profesional, económica y en consecuencia el bien común, contagiar a otros de este buen humor y nueva visión de la vida. Con esto logrado, nos lanzamos al encuentro de las necesidades de su entorno, nos sumergimos en ellas y les aplicamos las “primeras curas”, fruto del sentido común y la generosidad, lo cual va desarrollando una serie de valores que nos ayudan en la vida diaria.
Cito entonces 10 razones para reír, esperando que sean motivaciones para que busquen acercarse a este tipo de terapia, la efectuada a través de la risa.
- La risa te hace más productivo, mejor comunicador y mejora nuestro trabajo en equipo.
- Todo el mundo ama a alguien que puede hacer reír. Cuanto más compartamos el sentido del humor, más amigos generarás
- La risa mejora tu capacidad para pensar y crear.
- Cuando te ríes, respiras tres veces más y oxigenas mejor todo tu organismo.
- La risa mejora tu expresión facial, hace que la piel se ilumine, mejora tu elasticidad, desaparece las arrugas y añade brillo a tus ojos
- La risa mejora la atención.
- Aumenta la energía y las ganas de vivir.
- Mejora nuestro estado de ánimo, crea una actitud positiva y nos hace sentir bien.
- Es un buen ejercicio para el corazón y los músculos abdominales.
- Ahuyenta las sensaciones y emociones negativas.
Las propiedades terapéuticas de la risa, la alegría y la felicidad han sido reconocidas en la mayoría de las culturas antiguas, incluyendo Grecia, Egipto, La India, China, África y América del Sur. En la actualidad, la medicina moderna está redescubriendo el poder sanador del buen humor y hasta qué punto es capa de aliviar el estrés, la depresión y la enfermedad. La risa es una de las necesidades humanas más fundamentales y valiosas, representa una manera de sentirse bien, reforzar la confianza en uno mismo, liberar el niño divertido que todos llevamos dentro, desde que decidimos crecer. Atrévete a sumergirte en esta expedición, al rescate de tu niño interior a través de la risa. Atrévete a ser feliz con una sonrisa y una nariz.