Morena pretende retener el gobierno en San Lázaro
Miguel Ángel Rivera martes 6, Ago 2019Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Una cosa es estar en la oposición y otra alcanzar el poder.
Esta diferencia ha quedado en evidencia con la actuación de Morena al frente de la Cámara de Diputados federal, en donde pretende retener la presidencia de la Cámara durante los tres años que están en funciones. Antes, como oposición, pelearon por obligar al entones mayoritario PRI a concederle espacios a los partidos minoritarios en la conducción de las cámaras del Congreso de la Unión.
Una de las legisladoras que se significó en el esfuerzo por acabar con las imposiciones de la mayoría, fue Dolores Padierna Luna, antes militante del PRD y ahora integrante de Morena, que la colocó como vicepresidenta de la Cámara de Diputados. Ayer, por el contrario, anunció que presentará mañana miércoles, una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica del Congreso de la Unión, para que su grupo parlamentario mantenga la presidencia de la mesa directiva por tres años.
En estos preparativos no puede olvidarse que, aunque en estos días convalece de una intervención quirúrgica, en este esfuerzo tiene, por lo menos, la simpatía del presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, quien no se resigna a dejar el sitio que le permite estar siempre en primera fila en los más importantes eventos políticos del país.
Muñoz Ledo, ex presidente nacional del PRI y del PRD, ex candidato presidencial del PARM y ahora también “moreno”, encabezó en 1997 la primera revuelta de los partidos de oposición para quitar al PRI el control de la Cámara de Diputados. Su recompensa, entonces, fue conquistar la presidencia de ese órgano legislativo y contestar el informe del presidente priista Ernesto Zedillo.
La propuesta de Padierna tiene como finalidad agregar al artículo 17, numeral 7, de la Ley Orgánica del Congreso de la Unión, que la presidencia de la cámara sea rotatoria, entre las tres principales fuerzas políticas, “salvo en el caso de que el presidente pertenezca al grupo parlamentario con mayoría absoluta”. De aprobarse la reforma, quedaría sin efecto el acuerdo firmado, al inicio de la 64 Legislatura por el coordinador de Morena, Mario Delgado, en el sentido de que a partir de septiembre la presidencia de la mesa le correspondería al PAN.
Por el contrario, se mantendría sin cambios el primer párrafo del mismo artículo, el cual prevé que la mesa directiva, debe votarse al inicio de cada año legislativo, por mayoría absoluta de los diputados asistentes a la sesión constitutiva, que debe realizarse en los últimos días de agosto.
También está previsto que en caso de no haber acuerdo en la sesión constitutiva, la mesa directiva saliente seguirá en funciones hasta el siguiente 5 de septiembre, lapso en el cual los diputados deben llegar a acuerdos. Al respecto, Padierna explicó que la reforma que propone, podría aprobarse entre el 1 y el 5 de septiembre, lapso que la propia Ley Orgánica prevé para encontrar acuerdos entre los grupos
La legisladora recordó que entre 1994 y 2015, el grupo parlamentario con mayor número de diputados fluctuó entre 43 y 48 por ciento de la composición de la cámara, en tanto que Morena actualmente tiene la mayoría absoluta, con 52 por ciento de los 500 diputados, mientras que el PAN únicamente suma 78 diputados, el equivalente a 15.3 por ciento de la cámara.
Dolores Padierna indicó que Muñoz Ledo, de 86 años, podría reelegirse para la presidencia y precisó que la idea de reformar la ley, es para evitar que una fuerza distinta a Morena pueda obstaculizar las reformas que le interesan al gobierno federal, pues basta con que “una iniciativa no se agende, se esconda, se alegue que falta una firma o se turne a varias comisiones” para retrasar el proceso parlamentario y que la conducción de la cámara “se vuelva ingobernable”. La diputada “morena” negó que su iniciativa sea “un traje a la medida” de su mayoritario grupo parlamentario.
Lo cierto es que la iniciativa de Padierna padece del mismo defecto de procedimiento que la reciente reforma constitucional aprobada por el Congreso de Baja California al ampliar, después de las elecciones, el periodo para el gobernador de dos a cinco años, lo cual les ha ganado una censura casi general, pues sus compañeros de Morena, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, se han negado a condenarla.
En Baja California, como apuntamos, los ciudadanos votaron por un gobernador que estaría en funciones dos años. En el caso de la Cámara de Diputados las normas conducentes establecen que la presidencia se debe turnar entre las principales fuerzas políticas, sin importar el porcentaje que hubiesen alcanzado y, todavía más, está en espera de ser cumplido el acuerdo firmado con el PAN por el coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, Mario Delgado.
Es cierto que Delgado está a punto de dejar la coordinación, en busca de convertirse en presidente nacional de Morena, pero en caso de cumplirse su aspiración, estaría todavía más obligado a cumplir sus compromisos políticos.
La Cosecha
Los organismos autónomos tan repudiados por el presidente López Obrador parecen decididos a confirmar con sus resultados que se merecen ese rechazo del primer mandatario.
Ahora es el turno del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), recientemente descabezado por López Obrador y descalificado por haber servido a los intereses de los repudiados gobiernos neoliberales. A pesar de que el presidente culpa de todos los males a los anteriores gobiernos, a los cuales tacha, por lo menos, de ineficientes, Coneval dio a conocer un estudio en el cual reconoce que la administración de Enrique Peña Nieto tuvo en su último año resultados positivos al disminuir la pobreza.
Según Coneval, México registró 52.4 millones de habitantes en situación de pobreza en 2018, cifra menor a los 53.4 millones de 2016, cantidad que a su vez representa el 41.9 por ciento del total de la población. También la población en situación de pobreza extrema en México descendió levemente de 9.37 millones (7.6 por ciento) en 2016 a 9.31 millones de 2018 (7.4 por ciento).
Pese a la reducción de los últimos dos años, el número de pobres aumentó en la última década de 49.5 millones hasta los 52.4 millones de 2018. No obstante, y debido al crecimiento poblacional, en términos porcentuales durante la última década, el sector de pobres cayó del 44.4 por ciento del total de la población al 41.9 por ciento.
De acuerdo con el Coneval, durante la última década el porcentaje de población en situación de pobreza ha disminuido 0.24 puntos porcentuales cada año. En cuanto a la pobreza extrema, en 2008 se registraron 12.3 millones de personas en esta situación, equivalente al 11 por ciento de la población mexicana, frente a 9.3 millones actuales, que representan el 7.4 por ciento de los mexicanos.
El estado con el menor porcentaje de personas en situación de pobreza en 2018 fue Nuevo León, con 14.5 por ciento, mientras que el estado más pobre resultó Chiapas, con 76.4 por ciento de sus habitantes en situación de pobreza. La Ciudad de México registró 2.7 millones de personas pobres, lo que supone el 30.6 por ciento de su población.
Por otra parte, Coneval indicó que el rezago educativo en México disminuyó de 21.9 por ciento en 2008 a 16.9 por ciento en 2018, mientras que el porcentaje de población sin acceso a servicios de salud pasó de 38.4 a 16.2 por ciento. La falta de acceso a la seguridad social se redujo de 65 por ciento de la población en 2008 a 57.3 por ciento en 2018, y la falta de alimentación pasó de 21.7 por ciento a 20.4 por ciento en 10 años.
En tanto, otro organismo autónomo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que julio reciente, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en 43 puntos, nivel que significó una disminución de 0.6 puntos respecto al mes previo, lo que representan su quinta baja mensual consecutiva.
El informe, elaborado de manera conjunta con el Banco de México, revela también que disminuyó entre la población, el optimismo acerca de la situación económica en el momento actual frente a la que tenían hace 12 meses. La caída fue de 0.6 puntos en comparación al nivel alcanzado el mes previo. La percepción de los consumidores acerca de la situación económica del país hoy en día comparada con la que prevaleció hace 12 meses se redujo 0.5 puntos.