La derrota moral de la oposición
¬ Edgar Gómez Flores lunes 9, Sep 2019Con mi mano izquierda…
Edgar Gómez Flores
El pasado Primer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (o el tercero como él lo nombró) tuvo algunas cifras y algunos logros aspiracionales de la cuarta transformación, a la que también aspira el Ejecutivo federal.
Sin embargo, todos los reflectores se concentraron en la frase lapidaria, cuando hizo hincapié en que la oposición se encuentra moralmente derrotada. En este sentido, esta frase que parece trivial o que parece una más de las afrentas que el mandatario quiere vivir ante la opinión pública, toma relevancia en tres sentidos: el primero, es qué necesidad tiene Andrés Manuel de hacer valer su aceptación popular (la cual llega a dos terceras partes de la población). ¿Es una especie de revancha histórica o es quizás una necedad de sentirse victorioso? Hasta en la guerra hay reglas para tratar a los derrotados y creo que esta frase sólo demuestra una denostación de sus opositores, lo cual soslaya que México, para ciertos temas, necesita unidad. No estamos tan lejos de la guerra comercial que pretendía iniciar el presidente Donald Trump, como consecuencia de la política migratoria de este nuevo gobierno, lo cual requería que el empresariado y la oposición en el Congreso y en los gobiernos locales (estatales y municipales) cerrarán filas frente al Presidente de México.
Por otro lado, en un segundo sentido, ahondó en el verdadero estado de la oposición y ahí notó que el Presidente debe aplicar algunas reglas físico-químicas a la política y a la economía. Así como la materia y la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma, así también la riqueza y el poder no se crean ni se destruyen, sólo cambian de manos. La oposición se encuentra moralmente derrotada en los partidos políticos. Pero, así como Morena salió del puerto partidista para salir al océano de los movimientos sociales, así la actual oposición de la cuarta transformación ha salido de los partidos; mientras el PAN busca un nuevo tutor una vez que el ex presidente Felipe Calderón y su esposa salieron de sus filas, el PRD pretende recalentar ideas “progresistas”, con su proyecto Futuro 21, y el PRI se mantiene en terapia intensiva; la verdadera oposición del gobierno se camuflajea en el empresariado, en las universidades y en los medios de comunicación, y ahí, no identifico una oposición moralmente derrotada. Al contrario, veo una oposición en caballo de Troya, la cual buscará corroer la imagen de López Obrador ante la opinión pública y no cesará de recordale que no se puede generar bienestar con un crecimiento “cero”, que la corrupción no puede eliminarse con adjudicaciones directas y que el beisbol no es el deporte nacional, ni debe ser el impulsor de la infraestructura de nuestro país. En este sentido, el PAN se encuentra involucrado en el proyecto “Alternativa por México”, en conjunto con la Coparmex y el Tec de Monterrey, donde ahora labora el Dr. Carlos Urzúa, ex secretario de Hacienda y amigo (o ex amigo, no lo sé) de Andrés Manuel, y por otro lado, el viejo priísmo, ahora es la incubadora de los grandes empresarios mexicanos, como el ingeniero Carlos Slim, Salinas Pliego, Emilio Azcárraga y Fernando Chico Pardo.
Por último y como último sentido, esa oposición moralmente derrotada pudiera no estar derrotada y quizás ni siquiera ser oposición. Así en los congresos federales y estatales vemos como la verdadera oposición de Morena se encuentra dentro de la cuarta transformación. Los verdaderos liderazgos del partido, en aras de encontrar su propio camino e imponer su visión de país, han demostrado que lo único que quieren de este nuevo gobierno y de su líder “moral”, el presidente López Obrador, es su popularidad para legitimar su propia agenda.
Así, el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal; el canciller Marcelo Ebrard; el senador Martí Batrés, y la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, se convierten en la verdadera oposición permanente de Morena. Así como en el viejo PRI donde la izquierda obrera y campesina convivían con los empresarios y terratenientes del país.
Por todo esto, que AMLO se haya referido a la oposición en un sentido triunfalista, lo hace ver como el candidato a la Presidencia que no ha dejado de ser y descuida su investidura presidencial y su cultura estratégica, para ver que el enemigo común ya no se encuentra donde lo dejó hace un año y quizás se encuentre sentado a su lado.