Partidos de Oposición
¬ Mauro Benites G. martes 14, Ene 2020Municiones
Mauro Benites G.
Nuestro País vive una crisis de inseguridad y falta de credibilidad, de todo y por todo, no es la excepción los partidos políticos sin liderazgos, sin proyectos de gobierno y sin actitud de oposición propositiva.
El Partido Revolucionario Institucional se encuentra bien cuando en pensamiento, palabra y obra, concuerda con la ideología de la Revolución Mexicana, se identifica con los problemas, aspiraciones, esperanzas y anhelos populares; no es así cuando sus dirigencias permanecen indiferentes ante los que en su nombre roban y delinquen.
El Partido Revolucionario Institucional – los votantes- han entendido que cuando se toman actitudes opuestas a los compromisos, es rechazado por la sociedad. Cuando los representantes populares y los funcionarios públicos emanados por PRI cayeron en esos vicios, el voto ciudadano les fue retirado lo que trajo como consecuencia la perdida de gobiernos estatales, de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y de todos los cargos de elección popular, además de la Presidencia de la República. Es una gran lección. El escenario que vive la Republica es complicado. El actual Gobierno prefiere la publicidad y la mercadotecnia a fin de atraer opiniones, convocar voluntades, por ello maneja y modifica la información imposibilitando el análisis y la reflexión para encontrar soluciones y formulas para el desarrollo de sectores y regiones.
En el panorama actual, extranjeros y religiosos irrumpen en la vida política, partidista y electoral, lo que provoca desorientación; lo intelectual se sitúa en charlas sobre anécdotas y personajes que deforman la realidad y perjudican a muchos. Se sustituye a la política y su parte esencial por la estrategia de dadivas, rumores y sumisión.
El Partido Revolucionario Institucional puede avanzar en las posiciones del poder, pero es indispensable una clara conducta política de parte de sus dirigencias: el apego, sin duda, a los principios ideológicos, a la lealtad, al trabajo político eficiente y a la eliminación del oportunismo, la corrupción, la trivialidad y la traición. Se debe privilegiar sobre todo el talento, la capacidad, la eficiencia, la honorabilidad y el liderazgo real. La historia del PRI nos deja otras lecciones: la censura a quienes traicionaron la ideología y que se erigieron como paladines de las mejores causas; aquellos que se enriquecieron tras el disfraz de defensores de los derechos populares; quienes han utilizado su vestidura para manipular, hacer negocios o instalar a otros en posiciones claves para lograr beneficios personales.
Es necesario que el Partido Revolucionario Institucional -militancia y dirigencia- defina sus posiciones y actitudes para evitar la polarización y las confrontaciones a su interior. Estas definiciones deben tener sustento en la Declaración de Principios y en el Programa de Acción. Así, el esfuerzo y el talento pueden dedicar todas sus energías a construir e instrumentar estrategias efectivas. La definición genera unidad con principios, programas y acciones políticas. El dialogo exterior, la relación del Partido con el Gobierno de la Republica ha sido complicada debido al incumplimiento del Ejecutivo para respetar el estado de derecho.