Los datos de AMLO
Freddy Sánchez jueves 18, Jun 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Como algunos dices coloquialmente: “usted no deje de preocuparse”…
Y es que las contradicciones al más alto nivel con respecto al comportamiento futuro de la pandemia en México, provocan intranquilidad e incertidumbre.
Andrés Manuel ha dicho que los contagios y las muertes pronto irán en descenso. Además, naturalmente, de su creencia y afirmación de que en los asuntos económicos, igual no tardará la recuperación.
Dos posturas que se constituyen en una especie de armonizador de la paz espiritual entre quienes no dudan en la palabra del presidente.
Que son, obviamente, millones de habitantes de este país. Los que votaron por él, (por lo menos según todo lo indica la mayoría de ellos y ellas), y también los que con entusiasmo y no pesimismo quieren darle la razón. Cosa que aconsejaría un deseo natural de supervivencia y propensión a pensar positiva y no negativamente.
De hecho en ese sentido, podría decirse que bajo esa tónica se ha basado la estrategia gubernamental de que a pesar de que persiste el riesgo de contagios por coronavirus, diera comienzo la reanudación de actividades económicas en varias partes del país.
Se trata de afrontar con el ánimo en alto, (en vez de la cabeza enterrada en la arena como los avestruces), el reto que platea salir a trabajar y exponerse con ello a contraer una enfermedad que ha demostrado su inexorable infección mortal.
Así y todo, el gobierno tiene la convicción de que con los cuidados adecuados los que han regresado a las calles lograrán salir incólumes o por lo menos el saldo de bajas por venir no será tan alto como para obligar a las autoridades a recular y decretar el regreso al confinamiento.
La decisión tomada por el gobierno de la 4T, en aras de impulsar lo que se bautizó como la “nueva normalidad”, se podría atribuir a la convicción presidencial de que la pandemia ha detenido sus efectos de expansión y crecimiento mortal.
Que se aplanó pues el efecto asesino del coronavirus.
Una teoría que no comparten diversos críticos del Andrés Manuel. En especial aquellas voces provenientes de la oposición a Morena, que según los que son afines al gobierno federal, en sus afirmaciones existe más un contenido electoral obsesivo que objetividad racional sobre la actual situación de la pandemia y los manejos institucionales al respecto.
Sin descartar pues que en torno a lo mucho que se expone sobre lo que ha pasado y sigue pasando en México por la presencia del mal de salud que agobia al mundo entero, es preciso hacer mención que las propias autoridades médicas reconocen que los riesgos de contagio no están en este momento descartados.
De modo que el punto a debatir sería si estamos o no estamos “en el pico” de la pandemia, ya que de ser verdad lo primero, con el paso de los días irá en descenso el número fatal relativo a la mortandad.
Y esto último es lo que distintas voces ponen en duda al manifestar que a su juicio el mal del coronavirus continúa siendo una amenaza latente. Porfirio Muñoz Ledo, personaje sobresaliente la 4T, opinó que no comparte la idea que tiene Andrés Manuel acerca de que la pandemia se aplanó.
Y así como el morenista, diversos representantes políticos y sociales, contradicen la tesis presidencial y hay quienes acremente censuran las decisiones institucionales, anticipando peores saldos mortales.
Lo cierto es que no parece ser lo que vemos, sino aquello que veremos posteriormente, lo que permitirá deslindar responsabilidades sobre aciertos y desaciertos oficiales ante el terrible problema médico y económico que ha significado la presencia en nuestra tierra del “endemoniado” coronavirus.
Es de desear pues que los pronósticos de los fatalistas se equivoquen y no las decisiones basadas en los otros datos de AMLO.