La guerra que viene
Freddy Sánchez jueves 2, Jul 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Otro trabuco electoral como Morena, que prácticamente surgió de la nada para convertirse en el instituto que domina casi todo el poder Legislativo y buena parte del Ejecutivo federal, difícilmente surgirá en las elecciones futuras.
En especial, si consideramos improbable la unión de todos los partidos de oposición para “bajar de su nicho” al partido gobernante.
De modo que, sin un bloque opositor unificado, es inevitable preguntar: qué partido o nueva corriente política electoral tendría la posibilidad para desbancar a los morenistas, primero en las elecciones intermedias y después en la Presidencia.
Eso, quizás cobraría posibilidades ciertas de lograrse, si se convirtiera en realidad lo que postula una nueva plataforma política integrada por jóvenes deseosos de ver un cambio positivo en nuestro país, sin divisiones ni disputas intestinas.
Y es que, innegablemente, una mejor práctica política es indispensable en nuestro país, lo cual requiere el activismo de una fuerza social que sea capaz de generar consensos constructivos en sustitución de las “guerras” fratricidas que van en contra del progreso colectivo.
De ahí, la importancia de incitar a los electores a la búsqueda de otra conducción política gubernamental en aras de lograr el bienestar colectivo, mediante una política de “inflexibilidad con los excesos”, a la vez de privilegiar pleno apoyo a toda propuesta que tenga como propósito el beneficio de este país.
Algo que podría lograr una amplia apertura a distintas posturas partidistas con la inclusión de grupos disímbolos de la sociedad civil dispuestos a encontrar los medios que permitan ponerle punto final a excesos, (en la demagogia, corrupción, engaños políticos, despilfarro de recursos, malas decisiones, egos y abusos de poder), con el propósito de crear una mejor oferta política nacional de la que hoy se tiene.
Y hace falta cambiar por otra, que tenga la virtud de enfocarse en favor del bien común con la participación de todos los sectores sociales, logrando así una inclusión progresista sin discriminaciones, lo que justamente enarbola la propuesta de “Visión México”, una plataforma política juvenil que surge con la intención de darle frescura al quehacer político nacional.
En ese contexto, vale la pena recalcar que a nuestros políticos, en general, suele costarles mucho trabajo ver por el bienestar general de este país, sin incurrir en actitudes sectarias y discriminatorias, que comúnmente se traducen en el infortunio de unos, por la mala visión de apoyar exclusivamente a otros.
Así hemos visto como en determinados tiempos se apoya a ultranza a los grupos empresariales o bien se privilegia a los sindicales, gremiales, intelectuales, la clase media o los sectores populares, careciéndose justamente de esa “Visión México”, que concita a ver por el bien de todos y no exclusivamente de quienes son cercanos, afiliados, protegidos, financiadores o comparsas de un grupo político con interés de gobernar.
De tal suerte, que trabajar por el bien común, sin distingos de ninguna naturaleza, es más que indispensable en los tiempos que corren en nuestra nación, a causa de los males heredados por la pandemia y las funestas secuelas en materia de deterioro de la economía nacional.
Y por lo mismo, el partido en el gobierno y los partidos de la oposición, (incluidos los de nuevo registro), tienen el deber de actuar con mayor sensibilidad social para constituirse en una oferta electoral sustentada en la indeclinable voluntad de trabajar por el bienestar general.
Bajo esa premisa, el partido Morena tendrá que rectificar el camino y tratar de corregir los errores que en el ejercicio del poder le hayan provocado un deterioro en su imagen social, puesto que no hacerlo verá disminuido su poder de seducción entre la masa electoral para hacer frente a los parridos políticos tradicionales y los que se salten a la palestra electoral en torno a la guerra que viene.