Felipa fue desgraciada
Freddy Sánchez jueves 4, Feb 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Mal y de malas, Felipa Obrador recibió un segundo revés en sus aspiraciones, (legítimas o ilegítimas) de seguir ofreciendo servicios empresariales a Pemex.
Insatisfecha con la decisión adoptada en su contra por la paraestatal que canceló una relación contractual en curso con la prima del presidente Andrés Manuel, la afectada recurrió a solicitar un amparo de la justicia federal, confiada en que se le daría la razón.
Y es que ella alegó que fue una arbitrariedad eliminarla como proveedora de Pemex, sólo por su parentesco con el presidente.
El caso fue que la resolución emitida en su contra, ajena a lo que la demandante del amparo mencionó, se limitó a sustentar el rechazo a la petición con base en que antes de recurrir al juicio de amparo, Felipa debió promover una acción en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
De hecho se dejó en claro que la instancia administradora de justicia, descartó que la decisión de la empresa Petróleos Mexicanos haya tenido como causa la relación familiar entre la solicitante del amparo y el jefe del ejecutivo.
Y en ese aspecto, en lo legal simple y llanamente la prima Felipa de Andrés Manuel recibió “un palo” por parte de los tribunales.
Cabe entonces la reflexión de si en verdad nada tuvo qué ver que a la promotora del juicio de amparo, le haya afectado su consanguineidad con el Presidente y la decisión de éste de no hacer contratos con sus familiares en la administración pública durante su gestión sexenal.
Habrá quien piense que, obviamente, una cosa tuvo que ver con la otra.
Que Felipa quedó fuera de Pemex, a partir de que al Presidente le incomodaron las críticas acerca de que no se estaría cumpliendo su compromiso de que ninguno de sus parientes podría tener negocios empresariales en su gobierno.
Haya sido como haya sido, en cuanto en los medios de comunicación surgió la noticia sobre los contratos en Pemex a la prima del Presidente, en forma inmediata llegó del Palacio Nacional una muestra de extrañeza y Pemex optó por cancelar sus negociaciones con la pariente del primer mandatario.
Y no fue por ser quién era, sino por lo que implica que alguien tenga cercanía con el Presidente y en círculos sociales se especule con o sin certeza que algo turbio supuestamente se estaría escondiendo al darse ciertos tratos oficiales con gente allegada al principal huésped del Palacio Nacional.
Es de imaginarse, pues, que entre quienes ven desde fuera del gobierno cosas como esas, invariablemente se piensa mal, aunque quienes sin importar la relación que tengan con funcionarios de alto nivel, (siendo personas dedicadas a los negocios también), pudieran estar cumpliendo a cabalidad con los requisitos y normas legales para poder hacerse de contratos de bienes y servicios en el sector público.
De modo que aquella idea, de que cada que alguien con influencias en esferas gubernamentales se apersona en una instancia burocrática para conseguir un empleo o convenio de servicios, es un oportunista que recibirá favores de la corrupción institucional, no es algo irrefutablemente cierto.
Pero, de que eso suele ocurrir con frecuencia no hay la menor duda, por lo que la prima del Presidente, sencillamente debe ser considerada como una víctima propiciatoria de las cautelas presidenciales para evitarse críticas al suceder lo que justamente el Presidente había dicho que no se permitiría.
Algo que, habitualmente ocurre entre otros funcionarios.
Y es que si nos ponemos a revisar en distintas dependencias del gobierno, seguramente, daría por resultado que no son pocos los familiares de los jerarcas de la 4T que con el nacer del sexenio aparecieron en diversas tareas públicas, si no directamente con sus parientes, en otras instancias gubernamentales.
Por tan motivo podría pensarse que a la prima del Presidente le tocó la de malas y como dice la canción de “El hijo desobediente”, aunque en género femenino: Felipa fue desgraciada.