Manuel Espino y su precandidatura
¬ Augusto Corro lunes 15, Nov 2021Punto por punto
Augusto Corro
El partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) cerró su etapa de registro de candidatos a seis gubernaturas. El trámite se hizo sin mayores escándalos. Los problemas surgirán cuando se empiecen a manifestar las inconformidades de aquellos que no lograron la designación.
La contienda electoral se efectuará en Oaxaca, Hidalgo, Quintana Roo, Aguascalientes, Tamaulipas y Durango. La lista de los aspirantes registrados alcanzó los 153, de los cuales 56 son mujeres y 97 hombres, informó Mario Delgado, presidente de Morena.
Toca esperar el desarrollo de la lucha política en el interior del partido guinda, pues más de un ambicioso luchará por la candidatura: ganarse el premio que le permita estar en el poder seis años, sin ninguna preocupación.
Entre esos “grillos” sin ideología que se registraron para obtener su registro partidista como candidato de Morena, se encuentra Manuel Espino, quien pretende ser candidato guinda en la lucha electoral que se realizará en Durango.
El citado Espino se dio de alta como morenista y luego se registró. Espera, pues, lo que diga su partido. Mario Delgado, el líder de Morena, dijo lo siguiente:
“Vamos a elegir a hombres y mujeres identificados con nuestro movimiento y que tengan un compromiso probado con la Cuarta Transformación (4T) y con los principios de Morena de no robar, no mentir y no traicionar”.
Si se aplicará la mencionada cartilla de buena conducta, pocos serían los “grillos” que buscarían destacar en los escenarios de la política a la mexicana. Concretamente, ¿Manuel Espino ya no traicionará a nadie?
Por ejemplo, el duranguense fue pieza fundamental en el fraude electoral en las elecciones presidenciales del 2006. Al lado de Felipe Calderón, con el apoyo de Vicente Fox, derrotaron a la mala a Andrés Manuel López Obrador.
El citado Espino fue líder del Partido Acción Nacional y fiel servidor de Vicente Fox, con quien se alió para llevar a la silla presidencial a Santiago Creel. Felipe Calderón fue más hábil que ellos y los venció.
Por cierto, del multicitado aspirante duranguense, ahora morenista, siempre se dijo que era un militante de la organización secreta de extrema derecha conocida como Yunque. Pero como el partido guinda le abrió los brazos a todo el mundo, no vio ningún inconveniente en Espino para llevarlo a sus filas.
Morena recibió a cuanto político llegó a tocar la puerta. En fechas recientes el duranguense envió un mensaje a sus paisanos: “Con entusiasmo, sentido de responsabilidad y compromiso con el presidente López Obrador y con la 4T hoy me registré como aspirante a gobernador de nuestro querido estado por el partido Morena”.
En Morena y se vio otra vez que la ideología y los principios poco o nada importa a sus dirigentes. ¿Qué son expanistas, bienvenidos? ¿Qué son expriistas a abrirles los brazos? ¿Y los experredistas?, con mayor entusiasmo a afiliarlos, pues un número ilimitado de ellos militó en el partido del sol azteca.
Pero en el caso de Espino, los morenistas no fueron exigentes. Ante sus ojos, el ex líder de Acción Nacional se convirtió en un político de izquierda, pero sin ideología ni principios, con la esperanza de alcanzar el poder para satisfacer sus ambiciones personales.
¿Qué pasó con la clase política de Durango que permitió que la rebasará por la izquierda un político como Espino, orgullo de la derecha? ¿Ya no luchará para que sea un candidato verdaderamente guinda el aspirante a la gubernatura? Pero si ya se decidió, en las altas esferas del poder, que Espino compitiera como candidato a la gubernatura duranguense, así será. La línea política no se desviará un milímetro.
¿Usted qué opina amable lector?