Caro capricho
¬ Vladimir Galeana Solórzano martes 7, Dic 2021A tiempo..!
Vladimir Galeana Solórzano*
Sin lugar a dudas, Andres Manuel es un hombre casado con sus ideas, aunque la mayor parte de ellas vayan en contra del sentido común y de los intereses de los más de 120 millones de mexicanos que vivimos y tributamos en este maravilloso país. Poco le importan las formas, por el contrario, siempre tiene que imponer sus caprichos porque su pobre razonamiento tiene que ser el único que valga ante los mexicanos que azorados contemplamos la forma en que el populismo destruye a este país que durante muchos años hemos construido y otorgado viabilidad a una sociedad heterogénea, disímbola, pero actuante que todos los días busca mejores condiciones de habitabilidad y desarrollo humano.
La mayor mentira que ha vertido el Presidente de la República es sus constantes mensajes es que no es como los demás, como los de antes y tiene toda la razón. Ojalá tuviera la experiencia de Adolfo Ruiz Cortines, la sobriedad de Adolfo López Mateos, la estatura de Ernesto Zedillo Ponce de León, o la austeridad y decencia de Miguel de la Madrid Hurtado, quienes marcaron un antes y un después en sus administraciones y pese a los momentos difíciles supieron tener la tranquilidad para tomar decisiones que beneficiarán a los mexicanos todos, y no a unos cuantos como prefiere hacerlo el tabasqueño.
México siempre ha buscado para todos los mexicanos los caminos de la modernidad, de la tecnología, del conocimiento, de la superación, de la preparación académica, esa que tanto desprecia quien realizó una carrera en catorce años convirtiéndose en un“fósil” como se les llama a los retardados en alcanzar un título profesional, como le ocurrió al ahora Presidente de la República. Quizá esa circunstancia que vivió por su carencia de aplicación en los estudios universitarios es la que ahora le llena el alma de odio contra quienes se han distinguido por ser profesionales de éxito, por haber alcanzado honores en su paso por la profesionalización técnica o universitaria.
Quizá esa circunstancia es la que lo hace rechazar esos proyectos que han realizado hombres y mujeres preparados, que además han buscado el establecimiento de beneficio colectivos con sus avanzadas propuestas para llevar al país a la modernidad. Uno de los mejores proyectos que pudimos tener los mexicanos fue el malogrado Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que se construiría en Texcoco y que tendría más de 100 slots para que los mexicanos contáramos con una terminal aérea de primer mundo. Su mendicidad lo hizo cancelar uno de los mejores proyectos de la historia de este país.
Ahora resulta que el Aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía, que se empecinó en construir como una alternativa para la Ciudad de México, solamente tendrá catorce posiciones de salida, lo que habla de su pequeñez como estratega del desarrollo, porque además los viajeros tendrán que perder más de tres horas de traslado, porque hasta ahora no se ha realizado el proyecto para adecuar las vialidades porque no existe manera de ampliar los espacios por la abigarrada zona conurbada, y que en todo caso tendrían que demoler infinidad de edificaciones particulares para construir una vialidad que disminuya el tiempo de traslado a Santa Lucía.
Muy caros han salido los caprichos de Andrés Manuel López Obrador y también saldrá bastante cara una obra emblemática de su gobierno que será un monumento a la ineficiencia como es la Refinería de Dos Bocas, cuando los especialistas han aconsejado que es difícil su viabilidad a causa de que los combustibles fósiles dejarán de ser utilizados por la tendencia de los adelantos tecnológicos de construir automotores eléctricos. Claro está que su capricho de quemar combustóleo para la generación de electricidad tendrá una vigencia de menos de tres años y será una brutal fuente de contaminación ambiental. Lopez Obrador quiere volver a edificar un país que dejamos atrás hace muchos años. Volver al pasado es lo único que pasa por su cabeza, porque no entiende lo que significa el futuro. Pobre país. Al tiempo.
* Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.