El secuestro de la ley
¬ Francisco Reynoso lunes 30, May 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
“Con dinero y sin dinero —cantaba José Alfredo Jiménez— hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley…”.
Y mi palabra es la ley, ni más ni menos.
Así es el rey. Hace siempre lo que quiere y su palabra es la ley.
Andrés Manuel López Obrador bien pudo ser la inspiración del compositor de Guanajuato.
“No me vengan con que la ley es la ley” ¡Váyanse al carajo! ¡Al diablo las instituciones!
Y José Alfredo cantaba: “Yo no nací pa’ pobre, me gusta todo lo bueno… yo p’a arriba volteo muy poco, tú pa’ bajo no sabes mirar”.
Con todo y todo, López Obrador es original. Ingenioso. Sabe cómo llegar al ánimo de la gente.
Lo más terrible de la cuarta transformación es la bola de lambiscones que rodean al “caudillo” López. Y que pretenden ser como él.
Si esos desplantes de luchador social, amante apasionado de los pobres y enemigo de la riqueza y sus lujos, no le quedan al “caudillo”, menos a otros farsantes, como Armando Guadiana, integrante del grupo selecto de los Pandora Papers, que se olvidó de declarar 28 millones de dólares de su patrimonio; o como el senador y sufrido líder minero, Napoleón Gómez Urrutia, a quien las autoridades laborales, el año pasado, condenaron a devolver 55 millones de dólares que desvió del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros de la República y no lo ha hecho.
Y como dice don Teofilito, ni lo hará. Para eso es amigo del presidente López. Amigo y -dicen algunos- mecenas generoso.
El propio Marcelo Ebrard está lejos de ser un luchador social. Jamás se atrevería a cargar una niña indígena y plantarle un beso en la mejilla, embarrándose de mocos.
Mario Delgado, compinche de muchos años de Ebrard, también es un riquillo farsante. Su esposa Sofía López es ejecutiva en el Grupo Salinas,propietario de TV Azteca y ADN40.
Estos cercanos de López Obrador no son iguales, quizá mejores, que otros de sus amigos que han hecho historia, como Gustavo Meléndez, aquel secretario de finanzas del DDF en tiempos de López, que se gastaba 2 mil dólares en propinas cada que iba a jugar a la ruleta al Bellagio en Las Vegas.
O Carlos Ahumada y René Bejarano, los señores de las maletas y las ligas.
También entre los gobernadores de Morena hay casos patéticos. Uno de ellos es David Monreal Ávila. Y es que el gobernador de Zacatecas, con tal de parecerse en el modo de andar de López Obrador, permite que sus compinches pisen las leyes flagrantemente.
La semana pasada, diputadas de Morena, PT y Nueva Alianza abandonaron el bloque Juntos Haremos Historia y se unieron a la oposición con PRI, PAN y PRD. La bancada de Morena se quedó con 10 diputados y el bloque opositor ampliado logró 20. Con esa mayoría modificaron las estructuras de las comisiones de gobierno y legislativas de la 64 Legislatura.
Fueron decisiones soberanas del Poder Legislativo de Zacatecas.
Uno de los morenos, el diputado Armando Delgadillo, interpuso un juicio de protección ciudadana en el Tribunal de Justicia Electoral porque lo removieron de la comisión que maneja el dinero de la Legislatura.
Y el Trijez, sin disimular su abyección al Ejecutivo estatal, invalidó la decisión soberana de la mayoría del Congreso de Zacatecas. Y ordenó reponer en las presidencias de las comisiones a los y las diputadas de Morena.
Antes de este vergonzoso capítulo de violación a la autonomía de uno de los poderes del estado, el grupo de Morena pidió a la Secretaría de Finanzas del gobierno de Monreal secuestrar el presupuesto del Poder Legislativo.
Y la Secretaría de Finanzas congeló el dinero de la 64 Legislatura. Dejó sin sus dietas a los 30 diputados para coadyuvar a la estrategia de presión del gobierno y de la bancada de Morena contra la oposición.
Otra más. La semana pasada, las secretarias de Gobierno y Agua y Medio Ambiente del gobierno de Monreal Ávila clausuraron el relleno sanitario del municipio de Tlaltenango que construyó el ahora diputado federal del PAN, Miguel Varela, en su gobierno como alcalde.
La clausura se dio con todo y que cinco dependencias, tres federales: Semarnat, Conagua y Profepa, y dos locales: SAMA y Procuraduría del Medio Ambiente de Zacatecas, validaron el funcionamiento del relleno sanitario y declararon, por escrito, que es funcional y no provoca contaminación ni perjudica al medio ambiente.
Pese a todo esto, el gobierno de Monreal clausuró el relleno sanitario de Cicacalco. La razón es simple. El diputado federal Miguel Varela es la principal figura política de la oposición en Zacatecas y se perfila como candidato al Senado de la República en 2024.
Y como cantaba José Alfredo: “Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabras es la ley”.
En la 4T la palabra y la voluntad de López Obrador es la ley. Y en algunos estados, la ley la tienen secuestrada los lambiscones de López Obrador.