En operaciones militares no debe aplicar la “austeridad republicana”
Miguel Ángel Rivera jueves 29, Sep 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
En el plano familiar, es un riesgo salir a carretera con la gasolina apenas suficiente para llegar a destino, cualquiera que sea. Ahora bien, cuando se trata de transporte aéreo, la responsabilidad de tener bastante combustible para mantenerse en el aire se vuelve cuestión de vida o muerte. En esto no puede haber “austeridad republicana” ni mucho menos “pobreza franciscana”.
Esto se confirmó con el desplome del helicóptero de la Secretaría de la Marina (Semar), en el que viajaban 15 de sus elementos que participaron en el operativo que dio como resultado la captura del mal afamado capo del narcotráfico Rafael Caro Quintero.
Ese innegable éxito de la justicia resultó ensombrecido por la caída del transporte aéreo que ocasionó la muerte de 14 de sus ocupantes. Es difícil medir la valía de una persona, pero en este caso es de destacar que las víctimas del accidente eran elementos de élite de la Secretaría de Marina, que tuvieron una preparación especial en la que se invirtieron tiempo y dinero.
El fallo acerca de la falta de combustible no viene de ningún enemigo de las fuerzas armadas ni del gobierno de la llamada Cuarta Transformación, sino de un organismo oficialmente autónomo, pero que siempre ha dejado constancia de su cercanía, por no decir dependencia, respecto del actual gobierno de la República, la Fiscalía General de la República (FGR), encabezada por el controvertido abogado Alejandro Gertz Manero.
La Fiscalía se limitó a reproducir las conclusiones de la empresa fabricante de la aeronave, cuyos especialistas revisaron y analizaron la caja negra de la aeronave accidentada y, con base en esa revisión concluyeron que el desplome fue consecuencia de la falta de combustible. La institución destacó que el dictamen en materia de incendios de explosión indica que no hubo ningún ataque de carácter externo ni ninguna explosión por algún artefacto ajeno a la aeronave.
Con base de esta información, la Fiscalía desmintió versiones en el sentido de que el helicóptero había sido derribado por sicarios de una organización criminal, rumores que desde el inicio de las averiguaciones causaron notable inquietud en los medios oficiales, pues de confirmarse significaría tener evidencias del aumento de la capacidad de fuego de los grupos de delincuentes que ya han exhibido armamento de alto poder, como los vehículos artillados y blindados que frustraron la captura de Ovidio Guzmán, el hijo del capo Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, episodio que se conoce como “el culiacanazo”.
Es difícil contradecir el dictamen de los especialistas y, al parecer, eso deja satisfecha a la Fiscalía en particular y al gobierno de la llamada Cuarta Transformación, pero deja espacio para dudas que pueden indicar problemas más serios.
De entrada, surge la duda acerca del por qué los altos mandos de las fuerzas armadas envían una aeronave con combustible limitado a una operación que podría llevar más tiempo del calculado inicialmente y, segundo, si el tiempo y la distancia del operativo se conocían con detalle, ¿por qué se mandó un helicóptero con una dotación tan limitada de gasolina o a una distancia que quedaba fuera de su rango?
Esto lleva a la pregonada política de austeridad del actual gobierno federal. En casos como el accidente del helicóptero de la Marina no se puede aplicar la “pobreza franciscana”, pues ya se ve que las consecuencias son muy negativas.
El PRI opone su “pasarela” a las “corcholatas” de López Obrador
En lo que se puede considerar un remanente de etapas de grandeza ahora perdidas, la dirigencia del PRI, encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas, puso en práctica una especie de “pasarela” de potenciales candidatos a la Presidencia de la República.
Es de recordar, por ejemplo, que luego de la rebelión de la llamada Corriente Democrática, que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas, el entonces mandatario Miguel de la Madrid encargó al presidente del PRI, Jorge de la Vega Domínguez, una supuesta consulta en la que participaron media docena de funcionarios, que presentaron sus propuestas ante “las bases” del partido.
Luego, Carlos Salinas, también promovió que los potenciales candidatos desfilaran ante los militantes del tricolor, aunque todo mundo sabía que su proyecto se llamaba Luis Donaldo Colosio. El único que no lo creyó fue su amigo de toda la vida y consejero Manuel Camacho, quien por eso se declaró en rebeldía. Luego del asesinato del político sonorense ya no hubo tiempo para un desfile de candidatos, pero el entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, se erigió en vocero de las corrientes internas que se inclinaron por Ernesto Zedillo.
Ahora, oficialmente, en un comunicado de prensa, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del tricolor anunció el desfile de aspirantes a la primera magistratura “como una muestra de unidad y compromiso con el tricolor”.
Según ese comunicado, el PRI llevará a cabo los Diálogos por México, los días 17 y 18 de octubre próximo, con la participación de sus liderazgos, y con miras a fortalecer y mejorar su proyecto, obviamente con vistas a las elecciones presidenciales de 2024.
El dirigente nacional priista, Alejandro “Alito” Moreno, señaló que los priistas llegarán fortalecidos a los próximos procesos electorales.
Acompañado por integrantes del CEN, el presidente del tricolor dio a conocer que se había invitado a participar a la senadora Beatriz Paredes Rangel, al diputado Ildefonso Guajardo Villarreal, al ex secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores José Ángel Gurría; a los gobernadores de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme; de Oaxaca, Alejandro Murat; y del Estado de México, Alfredo Del Mazo, así como al ex secretario de Turismo, Enrique de la Madrid y al ex mandatario de Hidalgo, Omar Fayad, “entre otros cuadros importantes del priismo nacional”.
Moreno Cárdenas adelantó que, en los Diálogos por México, que se llevarán a cabo en la sede partidista, se abordarán temas nacionales y globales fundamentales, como seguridad, economía y salud. Indicó que se está invitando a los liderazgos del PRI para que “vengan a dar su visión y a presentar lo que ven del país”.
Es decir, se trata de una pasarela de aspirantes a la candidatura presidencial, pero se trata de evitar que estas actividades sean denunciadas como actos anticipados de campaña.
Por lo demás, la mayor parte de los incluidos en estos “diálogos” son miembros destacados del tricolor que ya han expresado su deseo o interés de ser abanderados para las elecciones presidenciales de 2024, como son los casos de Beatriz Paredes, Ildefonso Guajardo, Alejandro Murat y Enrique de la Madrid.
Una de las novedades es Riquelme, quien tendrá que pasar primero, en 2023, la prueba de llevar a su partido al triunfo en la elección de su sucesor, como también tendrá que hacerlo el mandatario mexiquense Del Mazo, quien ha evitado declararse abiertamente, pero tiene el respaldo del todavía poderoso Grupo Atlacomulco, que encabeza al tricolor en la entidad con mayor número de electores de toda la República. En este renglón, el ofrecer victorias a su partido, aparecen reprobados Murat y Fayad, pues los dos entregaron la plaza a Morena, aunque el hidalguense tiene de alguna manera una compensación por haber sido marginado en la elección de la candidata a sucederlo, la diputada y secretaria general del partido, Carolina Viggiano.
También resulta novedad el ex secretario y ex titular de la prestigiada Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, quien reapareció en la política nacional con un minucioso y crítico análisis de los errores y fallas de la llamada Cuarta Transformación, aunque se cuidó de presentarlo sólo como un análisis técnico. Esa aguda revisión la hizo durante la comida anual de la revista Los 300 (líderes de opinión del país). Aunque para los estándares internacionales Gurría está en plenitud de facultades, en México su edad puede ser un factor negativo, pues ya cumplió 72 años. (Cuando el presidente López Obrador termine su mandato estará a punto de cumplir 71 años, pues nació el 13 de noviembre de 1953).
Contrario a las antiguas pasarelas priistas, en este caso, tal vez el ganador no resulte postulado, pues está en proceso una eventual coalición y entonces se tendrá que consultar a los otros partidos que participen en la alianza.