Ahora se calienta la Iglesia
Armando Ríos Ruiz miércoles 23, Nov 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
De acuerdo con el Inegi, el censo de 2020 arrojó el dato de poco más de 77.7 por ciento de mexicanos que son católicos. O 19 puntos menos desde 1980 y 10.2 menos desde 2000. Como quiera que sea, una cifra demasiado alta, que forzosamente debe haber aumentado, de acuerdo con el incremento de la población. Dicha cantidad es menor a la del padrón de votantes, que a la fecha suma casi 95 millones en las listas del INE.
Tampoco es un número para nada despreciable. Ya quisieran los políticos contar con ellos. Esos católicos creen en Dios y en la palabra de los sacerdotes que predican la palabra de Cristo y orientan a la población religiosa, respecto a las mejores reglas para vivir, con recomendación de apegarse lo mejor posible a los designios divinos. Muchos van a misa y los que no, ofrecen en su mayoría una devoción al Creador, con ciertos esfuerzos por cumplirle.
La relación del Presidente y de los católico se volvió tensa, desde que dos jesuitas fueron asesinados en la sierra Tarahumara, en junio pasado. Mientras los segundos le pidieron cambiar sus estrategias de seguridad, debido al rotundo fracaso desde el principio de este régimen, sin cambio y sin un sólo resultado qué festejar, el primero, como el peor de peleoneros del barrio los acusó de ser hipócritas y de callar ante masacres de gobiernos pasados.
Desde entonces, los sacerdotes optaron por llenar sus misas con señalamientos ingeniosos, pero sarcásticos, chistosos y críticos para el tabasqueño. Hace apenas unos días, la Iglesia católica llamó a los mexicanos a unirse en oración para pedir que no haya más impunidad en el país. Lo que hoy ocurre en México no es para menos. Hasta un buen sector de chairos, que ya es mucho decir, clama por seguridad, un fenómeno que cada día se agrava y que no inquieta al gobierno.
La Iglesia es sólo otro frente abierto por el Presidente, que se suma al de los empresarios, al de los periodistas, al de las madres de niños con cáncer y a muchísimos más. Hay que recordar que, con todo y sus mermas, es poderosa. Su palabra es seguida en todo el país, en mayor cuantía que la de seguidores del Ejecutivo. Tiene el don de convencer sin ofrecimientos de ninguna especie. De voltear las superfluas estrategias del más necio entre los necios.
El domingo pasado, dicha comunidad anunció a través de la Conferencia del Episcopado, que se suma a la convocatoria de los obispos del país, para realizar oración por la erradicación de la impunidad y de la corrupción que prevalecen en los tres niveles del sistema judicial. Mientras, el mandatario dice que ya erradicó ese fenómeno en todas sus manifestaciones.
¿Y si comienzan a concientizar respecto a la incursión de más inconformes en las protestas que van a comenzar a menudear, no para competir, sino para exponer su repudio a la forma de gobierno adoptada por el actual mandamás, que trata de acabar con todo lo que a través de los años y con mucho esfuerzo se ha logrado para el real bienestar? ¿Tendrá la fuerza para someterlos? Por lo que vemos, sólo con el concurso de las fuerzas armadas, que habría de derivar en una matanza o en una revolución.
Hay quienes no dudan de que sería capaz: Por su carácter irreflexivo y porque cuenta con el Ejército y con la Armada de México, ya no al servicio de los mexicanos, sino de un sólo hombre, que no ha escatimado incrementar su presupuesto y confiarle mucho más de cien tareas que no le corresponden, pero que, alejadas del motivo por el que existen, divierten bastante.
“En el editorial del semanario Desde la Fe, la Iglesia explicó que la corrupción es uno de los principales problemas de México. resaltó que 19.5% de los ciudadanos lo considera el más importante del país, según lo revelado por la última Encuesta Nacional de Opinión Pública, realizada por México Elige.
Enfatizó que las cifras respaldan esta percepción, pues, de acuerdo con el Inegi, se denuncia solamente uno de cada 10 delitos perpetrados y se inicia la investigación correspondiente en menos de 7% de ellos. En pocas palabras, 93% de los delitos denunciados quedan en la impunidad”.
Pues, mientras los religiosos rezan, la ciudadanía se expresa en las calles, inaugurada esta estrategia masiva, el pasado 13 del presente mes.