Viáticos y topes salariales
¬ José Antonio López Sosa martes 20, Jun 2023Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El presidente Andrés Manuel López Obrador decidió por voluntad propia -mediante una iniciativa que prosperó en el Congreso- que nadie debía percibir un salario mayor al de él.
No hay una razón clara ni sustancial para determinar que ello sea un motivo de eficiencia en los cargos públicos y menos aún, que garantice que no existirá corrupción. En lo personal, prefiero un servidor público bien pagado, que no tenga necesidad de buscar otros ingresos que alguien topado en sus percepciones, que busque dinero de otras fuentes.
El tema del tope salarial es más una medida populista que cae muy bien a la mayoría de la población, cuyos ingresos son tristemente bajos. En lugar de buscar subir los ingresos de la población más vulnerable (y no mediante el aumento del salario mínimo que solo es referencial), el presidente asume que ganar poco es sinónimo de gobernar bien.
Ahora bien, el salario del Presidente lo impone él mismo a través del presupuesto de egresos de la federación, ahí es donde suena pueril que quien decide cuánto debe ganar cada funcionario, no maneja cuentas bancarias, no tiene tarjetas de crédito, no tiene idea del costo diario de la vida y trae sólo 200 pesos en su billetera.
En contraste, se decidió en Morena, el partido del Presidente, otorgar 5 millones de pesos a cada aspirante a la candidatura presidencial para viáticos. Todos, excepto Adán Augusto López Hernández lo aceptaron.
El Presidente recibe neto al mes 120 mil pesos 948 pesos, es decir que cada aspirante recibirá el equivalente a 41 meses de salario neto del Presidente de la República, que en tiempos de la pobreza franciscana a la que apunta el Presidente, debiera ser inaceptable.
En menos de un año, recibirán el equivalente a casi dos años de percepciones presidenciales, cada uno.
No es la primera vez que el Presidente mide con distintas varas la cuestión de los gastos y percepciones: cuando se dio a conocer desde, “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad”, el reportaje de los viajes del secretario de la Defensa Nacional, el propio Presidente a pregunta expresa dijo que el secretario tenía derecho a viajar y a llevar a su familia, aunque ello haya significado múltiples veces el salario mensual topado que el propio López Obrador impuso.
Es normal que existan gastos de pre campaña y viáticos, ellos no deben ser grotescos como lo que el PRI hizo durante décadas, sin embargo, que desde Palacio Nacional se satanice a quienes ganan más que el presidente —en los órganos autónomos y el Poder Judicial— y al mismo tiempo se otorguen este tipo de preventas, como los 41 meses de salario presidencial de viáticos por aspirante, resulta una contradicción al discurso presidencial, algo a lo que lamentablemente nos hemos acostumbrado a lo largo de estos casi 5 años.