El desquiciado de Palacio
Alberto Vieyra G. miércoles 16, Ago 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Parecía que estaba cantada la sucesión presidencial en favor de Morena y de la gallina del Presidente, Claudia Sheinbaum, pero él mismo se encargó de que se le cayera el teatrito, negándole a Xóchitl Gálvez la entrada a Palacio Nacional.
El enojo de AMLO es con él mismo. Él mismo AMLO se encargó de echar a perder su esquema político con miras a la elección presidencial de 2024 y por lo visto, no tendrá tapadera política y nadie le garantiza que después de las presidenciales vaya a prisión, si la xochitlmanía sigue como va, y si la pomposa alianza PRI, PAN, PRD no se transforma en vedettes de sus propios intereses partidistas, sin olvidar que lo más importante es echar a Morena de Palacio Nacional junto con un desquiciado AMLO que no está dejando títere con cabeza y la última víctima de su encabronamiento es el ministro Luis María Aguilar, quien dio entrada en la Corte a la controversia constitucional emprendida por la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, con lo cual la basura ideológica, es decir los libros de texto gratuitos de AMLO, no podrán ser distribuidos en todo el país hasta en tanto no se resuelva la controversia constitucional. La gobernadora de Chihuahua ha sido tajante: “Los libros de texto no se distribuirán en Chihuahua, son una basura”.
Montado en cólera, AMLO arremetería contra el señor ministro y la mandataria del estado más grande del país con más 257 mil kilómetros cuadrados diría: “El ministro es deshonesto, muy conservador y muy adversario nuestro”. “La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, actuó de manera irresponsable, con fines politiqueros y mostró su conservadurismo extremo”.
Sí, AMLO siente que el mundo se le viene encima, siente que su partido o movimiento está a punto de convertirse en flor de un día, pero su peor desgracia, en caso de que la señora Xóchitl Gálvez que ya está prácticamente pareja en la encuestomanía con Claudia, como lo reveló México Elige, será que la senadora convierta en la primera Presidenta de México por su oriundez de extracción popular y por haberle parado los tacos al Presidente de la República, éste estaría prácticamente con un pie en algún reclusorio.
Y es que no es poca cosa el hecho de que AMLO haya cometido una carretada de torpezas, comenzando por la cancelación del aeropuerto con lo cual mandó a la basura más de 200 mil millones de pesos, pero también tendría que responder por la mortandad del coronavirus, así como de su aberrante estrategia de “abrazos, no balazos” que ha convertido a México en una barbarie equiparable con naciones en guerra y sin faltar la catástrofe de salud pública que ha propiciado la muerte de más de 3 mil niños con cáncer, a los que les ha negado permanentemente los medicamentos y sin faltar la barbarie de feminicidios, entre muchos otros pecadillos.
“Conmigo, AMLO se encontró con la horma de su zapato”, le advertiría la senadora hidalguense. Falta todavía poco más de un año en el que los mexicanos nos enteraremos sobre cómo estuvo el saqueo de AMLO en Segalmex o cómo es que la familia presidencial se hizo de muchas mulas como Pedro y sin trabajar como ocurre con Andy López o con su hermanito que recibía los 25 mil dólares en sobres amarillos del gobierno chiapaneco y que tenían como destino los bolsillos de AMLO.
Todo eso y más conformaría el caldo de cultivo que podría llevar a AMLO a un juicio en el que no se descarta que vaya al banquillo de los acusados por genocidio. Por ello, AMLO anda que se lo llevan los dos mil demonios y tendrá que serenarse porque si atiza maquiavélicamente la hoguera de la sucesión presidencial, podría repetirse la macabra historia del Ecuador.