“Metodología de la investigación”, un pendiente en universidades
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 25, Sep 2023Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Ante desinformación, hay que checar fuentes y contrastar información
Primero fue la ministra Yasmín Esquivel, luego el Fiscal General de la República, Gertz Manero, y en los últimos días se acusa de plagio a la abanderada del Frente Amplio por México (FAM), Xóchitl Gálvez. A todos ellos la opinión pública los ha puesto como lazos de cochino por, supuestamente, haber entregado como suyos trabajos que al parecer corresponden a la producción intelectual de otros autores.
Por supuesto que no es la primera vez que este tipo de irregularidades en la academia son del conocimiento público, también se habló de presunto plagio cometido en la elaboración de su tesis al ex presidente Enrique Peña Nieto, para obtener su título en la Licenciatura de Derecho; y en esa misma ruta se detectaron presuntas irregularidades en la tesis que para obtener el grado de maestría habría cometido la actual gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez.
Todo indica que en la mayoría de los casos los involucrados cometieron fallas metodológicas en la redacción de los documentos que presentaron para obtener algún grado universitario. Culpables unos menos que otros, la verdad es que ninguno debería tener excusa por las fallas cometidas y tampoco ninguno debería ser señalado como si fueran unos verdaderos delincuentes, no cuando en la mayoría de los casos se trata de simples omisiones en la técnica de la investigación metodológica.
En términos de los abogados, dicen que el que acusa tiene la obligación de probar su dicho, y aunque, por lo que se sabe, el Comité de Ética de la UNAM ya evalúa el trabajo que le han cuestionado a la senadora y abanderada del FAM, al parecer todos los mencionados tuvieron fallas en los centros de estudios correspondientes a cada caso. Fallaron, sí, pero en todo caso parte de la culpabilidad debería recaer también en los asesores de tesis, porque a decir de muchos universitarios ellos tienen la obligación de transmitir dichos conocimientos a los alumnos aspirantes a la titulación y si bien es cierto esa técnica se aprende desde el grado de bachillerato, no está por demás promover un repaso y un recordatorio a quienes en ese momento lo único que les interesa es salir adelante en la conclusión de una de sus etapas de estudio.
También es cierto que un trabajo para titularse por experiencia profesional no tiene el mismo valor que una tesis, eso debe quedar claro en toda esta polémica de los plagios universitarios, por eso debo insistir que es el momento de observar el semáforo en el control de calidad que se aplica para quienes aspiran titularse, tanto en las universidades públicas como en las privadas. El color amarillo se ha encendido para algunos universitarios que ya se desempeñan con algún grado profesional, pero corresponde a los asesores de tesis poner énfasis en la difusión de conocimientos que lleven a todos los alumnos a pasar ese semáforo en color verde y que estos no tengan complicaciones posteriores por no haber aplicado conocimientos básicos de investigación metodológica o después sean tratados como delincuentes o profesionales faltos de ética. Ojo asesores, ahí tienen un pendiente.
Ahora bien, no hay que ser profesor universitario o funcionario académico para poder distinguir la diferencia abismal que existe entre un reporte, uno de los requisitos para titularse por la opción de la experiencia profesional, y una tesis, requisito indispensable y de alto valor para sustentar un examen profesional de titulación, y si logramos entender eso entonces diremos que simples fallas de metodología no deben ser causa para retirar grado académico alguno. Digo.
LAS CARTAS HABLAN.— Ya que estamos en la sugerencia de los repasos de temas en la formación académica y profesional, es de insistir que en tiempos de la infodemia, las fake news, las depp fake y todo tipo de instrumentos generadores de desinformación, es de gran relevancia que quienes practicamos el noble ejercicio del periodismo, en cualquiera de sus vertientes profesionales, nos detengamos unos segundos para reflexionar sobre el daño que hacen quienes generan confusión a base de propagar mentiras con noticias falsas.
Entonces, ante la proliferación de situaciones desinformación lo recomendable siempre será retomar la fórmula infalible que da forma a la credibilidad de la noticia: verificar fuentes, confirmar información, revisión directa de documentos y en la medida de los posible contrastar informes mediante entrevistas. En otras palabras, como en el beisbol, hay que seguir lo que dice “el librito” y hay que repasarlo de vez en cuando para que después no sea demasiado tarde.
VA MI RESTO.— Sin ánimo de exculpar o culpar a nadie por plagios cometidos en su formación académica o por reproducir material que más que informar nos confunde y hace daño en nuestro entorno social, hoy cerraremos nuestro comentario con una invitación a repasar todo tipo de material que nos ayude a ser mejores profesionales en cualquiera de las ramas de producción, porque un repaso a lo bien o mal hecho siempre ayudará a corregir posibles errores por ser mejores seres humanos y de mayor utilidad para la sociedad en su conjunto, y hasta ahí porque como veo doy.