Una súper farmacia
Alberto Vieyra G. martes 28, Nov 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Faltan exactamente 11 meses para la última carcajada de la combancha y siguen las ocurrencias sexenales.
Es indiscutible que el mayor desastre de este sexenio en México lo constituye el sector de salud, pese a que AMLO ha prometido en 39 ocasiones que “México tendrá un sistema de salud como el de Dinamarca” o mejor que el de Dinamarca. Es hasta hoy una ocurrente promesa incumplida porque el desastre de salud pública comenzó con la desaparición del Seguro Popular creado durante el régimen de Felipe Calderón, que daba atención médica a casi 50 millones de compatriotas que no estaban inscritos en ningún régimen de seguridad social.
La ocurrencia de sepultar al Seguro Popular fue por pura venganza política, un ajuste de cuentas contra el llamado “comandante borolas”, quien le ganó “haiga sido como haiga sido” la elección presidencial a AMLO en 2006 y desde entonces no ha cesado en su cantaleta de gritar a los 4 vientos que le robaron la elección presidencial.
Después, AMLO pretextando actos de corrupción desmantelaría el complicadísimo y bien estructurado aparato de distribución de medicamentos a nivel nacional y optaría por importar de Rusia y China raros medicamentos. El desabasto de medicinas en hospitales y farmacias en todo México sería histórico: Más de 3 mil niños con cáncer fallecieron por falta de medicamentos oncológicos y cientos de miles por enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, hipertensión y problemas cardíacos.
Para rematar, el Presidente creó un engendro llamado Insabi que no sirvió de nada y luego tuvo la ocurrencia de empalmarlo con el Seguro Social en el que no se sabe quiénes son los derechohabientes, si los trabajadores o quienes pertenecieron al Seguro Popular. Y mientras ese desastre del IMSS- Bienestar ocurre, la salud se privatiza a ritmo acelerado y la población tiene que comprar medicamentos en farmacias donde venden los llamados medicamentos genéricos intercambiables, donde tienen que pagar a médicos que están anexos a las farmacias y los más fregados han resultado los compatriotas de la tercera edad, cuyos apoyos sociales del gobierno se ven pulverizados con la compra de medicamentos y consultas.
Acabó de escuchar una aberrante declaración de la “corcholata” de AMLO, Claudia Sheinbaum, diciendo que “el sistema de salud en México será privatizado”. No. Ya se privatizó desde tiempo atrás, pero esa privatización se dejaría sentir durante la pandemia en la que más de 30 millones de compatriotas murieron en sus casas o en la calle porque el sistema hospitalario nacional se vió colapsado con tantos millones de personas que deambulaban horrorizados buscando un lugar donde fuesen entubados y recibir ayuda médica digna.
Y para rematar, AMLO recurriría a otra ocurrencia de risa loca cuando a mediados de 2023, anunció la creación de una mega farmacia o súper farmacia en la que existirían todos los medicamentos que hay en el mundo y en la que cualquier hospital en el país que requiera algún medicamento que no haya en las entidades federativas, en 24 horas lo recibirán procedente de la súper farmacia, que hoy sabemos ya es una pelona bodegota en Huehuetoca, Estado de México.
Eso de la súper farmacia se antoja francamente inconveniente porque hay medicamentos, sobre todo las vacunas que requieren de refrigeración y la distribución de medicamentos a todo el país no es como distribuir Sabritas, Cheetos, refrescos, pan del osito Bimbo o cualquier otra chuchería, el manejo de los medicamentos es muy delicado. No he escuchado a ningún miembro de la industria que hable bien de la ocurrencia del Presidente de la República.
¿Qué no lo mejor habría sido crear una o varias súper farmacias en cada estado de la República para que en cuestión de unas cuantas horas este el medicamento suministrandose a personas que requieran con urgencia el medicamento?
En fin, estamos a 11 meses de que ocurra la última carcajada de la combancha y seguimos con ocurrencias políticas y un sistema de salud en el desastre que no garantiza el cumplimiento del artículo 4 constitucional que consagra que todos los mexicanos tenemos derecho a la salud, incluyendo hospitales y medicamentos gratuitos como en Dinamarca.
¿Verdad que estamos muy lejos de parecernos a ese país danés? Lo peor de todo es que esas ocurrencias se traducirán en caras facturas electorales para Morena en la presidencial de 2024.