Tribunal de tribunales
Alberto Vieyra G. viernes 1, Dic 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Crear un tribunal de tribunales en México es como crear la Santa Inquisición para juzgar a los juzgadores y pareciera que estamos ante una nueva ocurrencia del Presidente de la República, que en una nueva embestida contra el Poder Judicial de la Federación busca someterlo a sus designios, con lo cual no solamente viola el artículo 110 constitucional que consagra que cualquier juez, magistrado o ministro deben ser objeto de juicio político ante faltas graves cometidas en el ejercicio de la impartición de justicia.
En ello coinciden prácticamente todos los estudiosos del Derecho en México, quienes consideran que la propuesta de AMLO de crear un tribunal de tribunales es a todas luces inconstitucional e inviable, toda vez que el órgano de normar cualquier conducta torcida de los juzgadores del país es la Judicatura, no sólo federal sino en los 32 estado de la República.
“La idea se parece más a la creación de un tribunal de la Inquisición para jueces, cuando ellos necesitan garantías para desempeñar sus funciones con autonomía e independencia, no estar trabajando con la espada de Damocles sobre sus cabeza”, afirma Francisco Burgoa, académico de la Facultad de Derecho de la UNAM y con él coinciden todos los constitucionalista de las diferentes barras y colegios de abogados en México. No puede ser que tantos expertos coincidan en que el Presidente de la República está muy equivocado y pareciera que estamos ante un vil venganza política, pues el Poder Judicial le salió respondón y no haya como someterlo al estilo de los dictadores de izquierda o de derecha.
La nueva ocurrencia presidencial suena muy bonita, pero nada más. Pero en el fondo de todo esto el punto medular es que AMLO quiere tener en sus manos, aunque ya se encuentre en su rancho de Palenque con un nombre horrible, es el control de los 3 Poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el poder de los poderes.
Pero indirectamente les está dando línea a los electores mexicanos, principalmente a los que comulgan con Morena para que voten mayoritariamente para que ese partido obtenga la mayoría absoluta o calificada en las Cámaras de Diputados y Senadores en las elecciones federales de 2024. Si Morena jamás obtiene esa mayoría que tanto anhela AMLO, él y sus “corcholatas” se quedarán con las ganas de tener bajo su control a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a jueces y magistrados en la nación azteca.
Dice AMLO: “No sólo es la elección del juez, del magistrado, del ministro, la reforma que voy a enviar va a incluir que exista un tribunal al interior del Poder Judicial para que esté pendiente del funcionamiento”, declaró en su conferencia matutina. Y traducido al idioma español, el Presidente nos está diciendo que habrá que desaparecer a la Judicatura federal y que con ello desaparecerá como por arte de magia la corrupción, pues la creación de un tribunal de tribunales hará que jueces, magistrados y ministros estén bajo la lupa de ese supremo tribunal que ya desde hoy a recibido el título de “la nueva santa inquisición”.
A los mexicanos nos debe quedar claro que AMLO está en su papel de jefe de campaña electoral de su “corcholata” Claudia Shenbaum, protagonizando una elección de Estado, en la que ya el INE y el Tribunal Electoral le han sacado más de una docena de tarjetas amarillas, pero él sabe que no le sacarán jamás la tarjeta roja y por eso está en lo suyo. Así que los electores no debemos morder el anzuelo volviendo a protagonizar en las elecciones presidenciales de 2024 otro accidente político en la historia de México. Los electores tienen ahora dos caminos: retroceder más de un siglo o mirar al futuro con certidumbre social y política.