Se viene la crisis
Carlos Ramos Padilla viernes 26, Ene 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Junio del próximo año es la fecha que ha pronosticado la Comisión Nacional del Agua para que la zona metropolitana de la Ciudad de México se quede sin agua. Los técnicos de la burocracia hablan del cambio climático y de periodos muy extensos de sequía. Notoria la falta de lluvias.
Ante esto, el trole e inexperto e improvisado (lo sostengo líneas más adelante) de Martí Batres salía a dar un mensaje y sugerencias. Anunció que “el caudal aportado por el Sistema Cutzamala se ha reducido en 800 litros por segundo” y por ello se atrevió (torpeza) a hacer un “llamado a la ciudadanía” con una serie de actuaciones para proteger al líquido. Nuevamente, dejar la responsabilidad, que sí la tenemos, a la sociedad civil. Pero no implementó ni anticipó (inexperto) ninguna medida de gobierno.
Veamos, desde 1997 la izquierda con Cuauhtémoc Cárdenas llegó al gobierno del entonces DF. Han pasado Cárdenas, Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador, Encinas, Ebrard, Mancera y Sheinbaum. Poco hicieron por evitar la crisis hídrica en la capital y muestro argumentos.
La CDMX presenta un crecimiento anárquico por respaldar invasiones y establecer colonias de paracaidistas a razón de ejercicios electorales. Asomémonos a las alcaldías Iztapalapa, Tlalpan, Magdalena Contreras y Álvaro Obregón para observar la devastación ecológica.
Más aún, todos estos gobiernos han promocionado el crecimiento de la mancha urbana en territorio y ahora con la modalidad inmobiliaria de grandes edificios (preguntemos a Fadlala Akabani en Benito Juárez o a Layda Sansores en Álvaro Obregón).
Ebrard prometió crear la ciudad más verde y no pudo ni quiera considerar el riego de aspersión para camellones en periférico que son regados a las 12 del día con pipas. El Partido Verde ha sido un fiasco. Tomó notoriedad cuando su entonces presidente, Jorge González Torres, montó una casa de campañas en Insurgentes para evitar que se retirara un árbol para construir una vuelta inglesa en Río Churubusco. Luego, los escándalos de Jorge Emilio, el “Niño verde”, hasta convertir a ese grupo político en cómplice de este gobierno en el peor ecocidio nacional.
Alejandro Encinas, como Jefe de Gobierno me enfrentó y retó “al aire” en una participación radiofónica. Me señaló que los periodistas sólo criticamos no partamos y me desafió a darle tres ideas para proteger al agua. Le dije: reforestar al Centro Histórico, colocar adoquín en las “cebras” (pasos peatonales) en las esquinas para diferenciarlas visualmente y captar agua, y tres, recuperar el agua de lluvia de los segundos niveles de periférico y crear aljibes de almacenamiento.
Conclusión: por seguridad nacional no se pide reforestar al Zócalo (sin embargo solicitó un proyecto, si no mal recuerdo que costó 18 millones de pesos, para sembrar Jacarandas). Sin ser experto le señalé que las hojas tapaban las coladeras. Se frenó la iniciativa. No se colocarían adoquines porque “no toda la mecánica del subsuelo es igual”. Sin embargo colocaron adoquín en el centro de Coyoacán sobre el concreto existente. No se recupera el agua de las vialidades porque “trae aceite de auto”. De los aljibes y bodegas de agua no se hizo nada.
Batres (improvisado) nada aporta más que pedir que no reguemos jardines con agua potable. Nada dice de las fugas en la red de tuberías, nada de estímulos para construir bodegas de almacenamiento de agua de lluvia, ninguna reducción de impuestos a quienes en casa tengan cisterna de agua de lluvia, ninguna modificación al reglamento de construcción para evitar lujos innecesarios en torres habitaciones, ningún freno al crecimiento de la Ciudad.
Este es otro fracaso del gobierno federal, que al rechazar apoyos a la ciencia y tecnología no procura la desalinización de los océanos ni el aprovechamiento de los vientos con ventiladores generadores de electricidad (porque mata pajaritos). Fácil pedir a la sociedad su cooperación, pero vergüenza deberían de tener en la izquierda mexicana para dar la cara en este que será otro rotundo fracaso.