Sueños de Acapulco: un sistema de salud como el de Dinamarca, para septiembre
Miguel Ángel Rivera martes 21, May 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
La sede de la comandancia naval con sede en Acapulco es un lugar que obliga al lugar común: es paradisíaco, pues efectivamente tiene frente a una de las playas más hermosas, la bella bahía de Santa Lucía y, sobre tierra firme, el esfuerzo de los miembros de la Armada mantiene flamante el lugar y todas sus instalaciones.
Pero además de esas cualidades, ese idílico rincón debe tener otras facultades, porque hace ver la vida mucho mejor y más hermosa.
Esto último fue confirmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que en repetidas ocasiones, desde octubre del año anterior, apenas a unos días del embate del destructivo huracán “Otis”, el jefe del Ejecutivo dio por superado el mal periodo y aseguró que el apreciado Acapulco ya estaba en vías de normalización.
Lo más sorprendente del caso es que el inquilino de Palacio Nacional –en este caso visitante distinguido de la zona naval– no tuvo que salir de las instalaciones militares para poder apreciar la “milagrosa” recuperación del balneario preferido de gran parte de los mexicanos. Ya se sabe, el político tabasqueño ha evitado cualquier recorrido terrestre por el afectado puerto, para evitar que le falten al respeto a su dignidad como presidente de la República algún “infiltrado” por sus enemigos entre los damnificados acapulqueños.
Pero esa es otra historia, lo más novedoso es que el reciente fin de semana, el político de Macuspana terminó en el delicioso sitio frente al Pacífico una gira por varios estados, con lo cual se mantuvo alejado de la “marea rosa” que inundó temporalmente la enorme plaza que está frente a su humilde vivienda de Palacio Nacional y que alcanzó otras muchas ciudades en el resto de la República.
Mientras estuvo en ese agradable refugio, el Presidente tuvo otra agradable visión: ahora sí tiene la seguridad de que antes que se retire a su finca de Palenque dejará funcionando en nuestro país uno de los mejore sistemas de salud del mundo entero.
Su ensueño lo reveló en una conferencia mañanera que concedió desde su púlpito de Palacio Nacional, al reanudar labores ayer lunes luego de su recorrido por el interior del país.
Ante sus fieles escuchas, López Obrador reafirmó que para septiembre México tendrá el mejor sistema de salud público con servicios gratuitos o con una cuota mínima, aunque se burlen los conservadores.
“En septiembre vamos a tener el mejor sistema de salud pública del mundo. Ya lo dije, el que ríe al último ríe mejor, porque se burlan los conservadores”, expresó desde su tribuna.
Ofreció que se habilitarán 11 mil centros de salud para que ofrezcan atención médica a cientos de mexicanos.
Ante las interrogantes de sus escuchas en la mañanera, acerca de la viabilidad de cumplir esta meta en tan corto plazo, el Presidente afirmó que sí, que el objetivo es alcanzable antes de que él deje el cargo.
Asimismo, anunció una gira “para ver cómo vamos en la rehabilitación, construcción de centros de salud, de hospitales, el equipamiento, todos los servicios, cómo vamos con los médicos generales, cómo vamos con los especialistas, cómo va el abasto de medicamentos”
De convertirse en realidad esa visión, resultará un verdadero milagro y tal vez la tecnología y los procedimientos podrían exportarse a otras naciones en vías de desarrollo.
Debe ser todo un descubrimiento el disponer de personal, recursos, y materiales para crear (o transformar) ese ejemplar sistema, pues faltan escasos cuatro meses para que termine el mandato del político tabasqueño, pues el primer día de octubre deberá entregar a la primera Presidenta de México, que podría ser la impulsada por esa sobre todo, “marea rosa” de la que procuró mantenerse alejado.
Sobre todo, sorprende que se pueda realizar un monumental proyecto que no se pudo concretar en más de cinco años de mandato del líder y guía de la llamada Cuarta Transformación.
En efecto, cabe recordar que desde el 5 de julio de 2019, López Obrador prometió que México tendría ese ideal sistema público (y gratuito) de salud.
El aquella ocasión, el inquilino de Palacio Nacional aseguró que se disponía de recursos suficientes para garantizar un mejor sistema de salud, además de que se trabajaba en un mecanismo para que haya médicos y especialistas suficientes en los hospitales rurales, así como para proveer de medicamentos a estos centros.
De hecho, desde antes, el 9 de abril de ese mismo año 2019, el jefe del Ejecutivo ya había anunciado la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), que sustituiría al “neoliberal” o “conservador” Seguro Popular, considerado un nido de corrupción, sin que nadie fuera consignado por haber cometido algún delito.
La quimera duró apenas cuatro años, pues en abril de 2023, la Cámara de Diputados federal, conducida por la mayoría oficialista de Morena y sus rémoras del PT y PVEM, aprobó la reforma que termina con el Instituto de Salud para el Bienestar que supuestamente se encargaba de ofrecer atención gratuita y medicamentos a las personas sin seguridad social, pero que en realidad no pudo atender ni a quienes se beneficiaron del desaparecido Seguro Popular
Las carga recayó en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ya de por sí agobiado en sus fianzas por la carga de sus derechohabientes y, sobre todo, por el creciente número de jubilados y pensionados.
Como todas los proyectos, la nueva institución recibió el apellido de Bienestar, pero hasta la fecha todavía no tiene vida propia. Por ejemplo, no se conoce una sola clínica u hospital construidos ex profeso para el Seguro para el Bienestar.
Otro aspecto sobresaliente es que, de acuerdo con la visión de López Obrador, el nuevo organismo entregará medicinas a todos sus pacientes en forma gratuita.
Esto significaría otro cambio milagroso, pues primero se tendría que asegurar medicamentos a todos los afiliados al IMSS, muchos de los cuales tienen que comprar con recursos propios las medicinas que les recetan los agobiados médicos del Instituto. Según organizaciones ciudadanas, como el Colectivo Cero Desbasto, reportó que en 2023, el IMSS, el ISSSTE, y otras instituciones oficiales como Petróleos Mexicanos (Pemex), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Secretaría de Marina (Semar) dejaron de surtir siete millones 503,818 recetas médicas. Claro, el aspecto positivo es que esa cifra representa una disminución de 50.6% respecto de 2022, cuando dichos subsistemas de salud dejaron de surtir 15 millones 200,000 recetas.
Para llenar ese enorme barranco, López Obrador tuvo la genial idea de crear una “farmaciota” que tendría todos los medicamentos necesarios para atender a los pacientes de instituciones oficiales e inclusive a quienes no están afiliados a ninguna organización de seguridad social.
Pero, como también ocurrió con el Insabi, la “farmaciota” empezó con muchas fallas. Según un reporte dado a conocer el pasado día 7 del presente mes, sólo había surtido 341 recetas en sus primeros cuatro meses de funcionamiento.
Con todo, es de desear que se vuelva realidad la maravillosa visión que tuvo a su paso por la base naval de Acapulco el presidente López Obrador. A todos nos convendría. Le deseamos que se pueda despedir con una obra que funcione bien.
Por cierto, durante su estancia en Acapulco, informó la agencia Quadratín, cerca de 100 personas se manifestaron en la Costera Miguel Alemán para exigirle al gobierno federal más apoyos tras afectaciones del huracán “Otis”.
Los “apagones” se suman a las fallas de la llamada Cuarta Transformación
En tanto, la diputada priista Sue Ellen Bernal Bolnik destacó que el gobierno federal terminará el sexenio con su política de austeridad que no resolvió los principales problemas que enfrenta el país, en materia de seguridad, atención médica, agua, y ahora los apagones por fallas en la red de infraestructura y la falta de inversión en las líneas de distribución.
Como parte del debate en la Comisión Permanente, la integrante del Grupo Parlamentario del PRI precisó que los cortes de electricidad, que se registraron en varias ciudades del país, son consecuencia de que el año pasado se dejaron de invertir 5 mil millones de pesos en mantenimiento de infraestructura.
Bernal Bolnik recordó que se encuentran parados los permisos de generación de energía eólica, solar, hidroeléctrica, razón por la cual se da la interrupción del servicio.